La dirección y gestión de obra suele ser una cuestión difícil para el arquitecto; ya sea que la coordine él mismo o dependa de un jefe de obra externo. En realidad, la digitalización de edificios en BIM soluciona muchos problemas en esta situación.
El punto crucial de esta fase del ciclo de vida del edificio es sin duda la comunicación y el intercambio de información; lo cual puede ser engañoso y, a menudo, se basa en la percepción subjetiva de las personas involucradas. Pero, ciertamente, no es el único problema al que nos enfrentamos: imprevistos, plazos difíciles de cumplir, la relación con el cliente… todo ello hace que la obra sea una fuente de gran tensión.
Es una opinión común que es muy difícil coordinar todas las herramientas y software utilizados por los profesionales involucrados. Sin embargo, la mayoría de los problemas críticos se pueden resolver rápidamente con herramientas que permiten tener un modelo digital del edificio, que contiene toda la información que necesitan quienes trabajan en la obra. A continuación, presentamos las soluciones que el BIM pone a nuestra disposición para la gestión de la obra.
Cumplir con los deberes burocráticos es bastante complicado. La documentación del proyecto no solo debe presentarse a una administración pública en la etapa inicial, sino que también debe actualizarse con cada variación durante la construcción. La burocracia es, definitivamente, en lo que deseas dedicar menos tiempo y evitar problemas. Por este motivo, la documentación debe estar siempre disponible y actualizada con los últimos cambios.
La primera y más evidente ventaja del modelo digital BIM es tener la documentación siempre actualizada. De hecho, se trata de un modelo “vivo”, que se ocupa de todo el ciclo de vida del edificio y nunca queda obsoleto (a diferencia de los planos impresos).
La documentación constantemente actualizada es muy útil desde el punto de vista burocrático, dado que los dibujos presentados a la administración pública se actualizan automáticamente después de cada cambio.
El segundo problema en la gestión de la obra está estrechamente relacionado con el primero. El jefe de obra debe mantener bajo control el avance de la obra, realizando inspecciones periódicas y, eventualmente, corrigiendo y actualizando planos. Si el arquitecto es también el jefe de obra, la actividad es más sencilla; sin embargo, si son personas diferentes, debe haber una comunicación clara y constante respecto de los cambios a realizar en el proyecto. De este modo, las actualizaciones deben comunicarse sin retrasos ni pérdidas; lo que a menudo resulta difícil debido a los diferentes métodos de trabajo entre profesionales.
Por otro lado, todas las personas que trabajen en el proyecto deberían poder acceder a la documentación en cualquier momento, para disipar cualquier duda que pudiera derivar en retrasos o problemas de construcción. Gracias al BIM, todos los profesionales implicados pueden acceder en cualquier momento a la última versión del modelo e interpretar correctamente todo el proyecto.
Cada tipo de proyecto involucra a una serie de profesiones y profesionales. En los pequeños proyectos pensamos en el fontanero, el electricista, el instalador o la empresa constructora. En proyectos más estructurados seguramente contaremos con profesionales dedicados a la parte estructural, ingenieros de calefacción e iluminación. Incluso se podría agregar a un diseñador de interiores y proveedores de muebles a esta lista.
El jefe de obra deberá tener bajo control la tarea de cada trabajador, coordinar los tiempos y ser la persona de contacto en caso de dudas. Es una tarea delicada que supone un estrés para ti: si no cuentas con las herramientas adecuadas, poder mantener toda esta información junta sin perder nada es imposible.
Gracias a la creación de un único modelo BIM federado, con toda la información proporcionada por los diferentes equipos del proyecto (arquitectura, ingeniería y estructuras, fontanería, etc.), cada diseñador puede tener una visión global y notar si el trabajo de su competencia genera conflictos y discrepancias con el trabajo de otros profesionales involucrados en el modelo. El propio jefe de obra dispondrá así de un modelo único de referencia que le permitirá tenerlo todo bajo control y al alcance de la mano.
Los costes imprevistos son una constante en las obras: las estimaciones de plazos son siempre demasiado optimistas, la documentación genera problemas, las dificultades de ejecución encontradas solo durante la fase de construcción, los retrasos en los suministros llevan a una reorganización de las fases de ejecución, etc.
Con el modelo federado hay un control automático constante del software que se añade bajo el control de profesionales. Esto reduce drásticamente los errores ya presentes en la fase de diseño, que son difíciles de notar cuando los profesionales trabajan en documentos y dibujos diferentes y separados.
La fase de diseño es el momento en el que se toman decisiones y se resuelven los problemas constructivos. Realizar variaciones en esta fase tiene un coste infinitamente menor: requiere más trabajo por parte del arquitecto, pero evita variaciones constructivas directamente en obra que son muy costosas y no siempre efectivas.
Además, con el BIM las estimaciones de costes y tiempos se realizan de forma automática y se pueden actualizar en pocos pasos. En particular, trabajar en BIM te permite crear y actualizar en cualquier momento:
– Un cálculo de cuantificación para mantener siempre bajo control el presupuesto del proyecto.
– Un cronograma para tener una visión global de los tiempos de cada empresa involucrada, pudiendo así predecir posibles retrasos y modificar los tiempos fácilmente.
Existen varias herramientas para visualizar el modelo BIM en dispositivos móviles, incluido BIMx de GRAPHISOFT. La aplicación te permite superar la engañosa y engorrosa documentación en papel y tener tu modelo BIM, toda la información ingresada en su interior y todos los planos en el mismo lugar. Por lo tanto, para visitar la obra será suficiente traer su celular o tablet.
La tranquilidad del cliente es fundamental para que el proyecto se desarrolle sin problemas, ya sea una gran empresa o una pareja que reforma su hogar. Si el cliente no se siente tranquilo sobre el estado de la obra, esto dará lugar a largas reuniones o lenta aprobación de cambios en la obra o costes. También es fundamental que no haya malentendidos sobre las expectativas del resultado final: el cliente muchas veces no tiene las habilidades para comprender completamente los planos técnicos, por lo que es necesario elegir los métodos de comunicación más efectivos.
Los dibujos 2D están desarrollados para que sean comprensibles para aquellos con habilidades técnicas. Esto también tiene repercusiones durante la fase de construcción si es necesario comunicar cambios para el cliente durante la construcción: el cambio debe ser claro y comprensible, especialmente si también implica cambios en los costos del proyecto.
El modelo 3D realista favorece una comunicación comprensible para el cliente, que puede ahorrarle así la molestia de visitar la obra para comprender a nivel práctico de qué se está hablando.
Otro tema decididamente importante es el de la creación de presentaciones cautivadoras para el cliente, lo cual es útil tanto en la fase inicial para poder obtener el pedido, como durante la construcción para no hacer que el cliente pierda el entusiasmo durante los largos plazos de creación del proyecto.
En definitiva, podemos decir que BIM es un poderoso aliado en la gestión y dirección de la obra: en la parte de diseño, para identificar las mejores soluciones y evitar problemas causados por información no unida en un único modelo; y también en la propia fase de ejecución. Con el modelo BIM, los planos necesarios están siempre a mano, bien ordenados dentro de apps específicas; así la coordinación de la obra se vuelve mucho más fácil y con menos imprevistos.
Escrito por GRAPHISOFT ITALIA
En la transición del dibujo a mano al dibujo CAD no hubo diferencias sustanciales de metodología. El modelado 3D, por otro lado, constituye la brecha tecnológica respecto a las herramientas analógicas. Pero ¿Es el BIM igual al modelado 3D?
La dirección y gestión de obra suele ser una cuestión difícil para el arquitecto; ya sea que la coordine él mismo o dependa de un jefe de obra externo. En realidad, la digitalización de edificios en BIM también puede ayudar en esta situación
INAI Arquitectura – Cuenca, Ecuador
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